Baile de Blogs

Desde El Rincón de Jane Austen, parte esta estupenda propuesta. Un encuentro de blogs en el que Orgullo y Prejuicio es la invitada de honor. Así que, con el permiso de Jane Austen, me pido los dos primeros bailes con mi novela favorita para inaugurar esta fiesta tan especial.

El rincón de Jane Austen

¡Gracias Scarlett, por organizar y ser la anfitriona de este evento! Haced una visita a su estupendo blog y desde allí podréis seguir el recorrido por todos los salones que hoy dedican una entrada a la obra más querida de Jane Austen. En todos ellos se os mostrarán los pequeños tesoros que los austenitas  hemos ido coleccionando y responderemos a las preguntas que Scarlett -la autora de El Rincón de Jane Austen– nos ha planteado sobre la novela.

  

En primer lugar, y para ir entrando en materia, permitidme que os presente mis pequeños tesoros. Estos son mis ejemplares de Orgullo y Prejuicio. Me encanta coleccionar ediciones ilustradas, y la mayoría de estas lo son. Tengo volúmenes ilustrados por C. E. Brock, Robert Ball, Isabell Bishop, William C. Cooke, Lex de Renault…, poco a poco iré añadiendo a la galería del blog las ilustraciones de estos autores. Por el momento, aquí tenéis una foto de todos ellos, y ya podéis visitar algunas partes de la galería como la dedicada a Cooke :

Ésta es la única edición no ilustrada que tengo, pero sin duda, es la portada más bella de todas. Todo un clásico:

La siguiente foto es de un programa de teatro, para la versión dramatizada de la novela, que se estrenó en 1936. La portada fue diseñada por Rex Whistler, y nuevamente os remito al apartado de galería si tenéis curiosidad por ver fotos de los protagonistas de la obra:

Soy gran amante de los cómics, sobre todo del cómic manga, así que no podían faltar en mi colección las ediciones «en viñeta» de mi novela favorita. La edición de los cómic manga que tengo es la traducción italiana, pero la original obviamente es en japonés. Es el dibujo que más me gusta de todas las versiones, aunque el aire «magazine» que Marvel le dio a este tomo recopilatorio (se fue publicando en fascículos sueltos) me encanta:

Como curiosidad y porque también son realmente preciosos, especialmente la edición de Cozzy Classics, aquí tenéis varias versiones para un público desde los cero a los doce años (podéis ver la reseña Orgullo y Prejuicio: apto para todos los públicos, en este mismo blog, si os interesa el tema):

Aparte de los libros, que absorben el grueso de mi vena coleccionista, también -cómo no- tengo dvds con diversas adaptaciones. Desde el clásico de Lawrence Olivier, a la miniserie de la BBC, y la película de 2005, pasando por la divertidísima versión bollywoodiense de Bodas y Prejuicios y la penosa modernización Orgullo y Prejuicio: La Película:

Y llegamos a la parte del merchandising puro: bolso, colgante, postales y hasta un puzzle…(que nunca he logrado terminar):

Y ahora, entremos en materia…Encargada de las preguntas: El Rincón de Jane Austen:

¿Por qué has decidido participar en esta fiesta de 200 aniversario de Orgullo y Prejuicio?

¿Qué sería de nuestras vidas sin una buena fiesta de vez en cuando? Un buen baile en el que podamos sacar a relucir nuestras mejores galas y nuestros mayores tesoros es una tentación demasiado grande para cualquier dama, y si la fiesta es en homenaje de Orgullo y Prejuicio, ¿qué austenita podría resistirse? Yo no.

¿Cuándo  llegó  por primera vez a tus manos Orgullo y Prejuicio?

No recuerdo exactamente cuántos años tenía, pero debían ser unos quince. Llegó a mis manos por pura casualidad. Me encanta leer, y como a casi todos los lectores empedernidos, me es difícil estar delante de cualquier estantería con libros  y no curiosearla. Un día estaba en casa de mi tía y rebuscando entre sus libros encontré una edición de Orgullo y Prejuicio de Salvat, en pasta blanda. Era una edición realmente poco atractiva, así que imagino que lo que me llevó a tomarlo prestado fue el hecho de leer una historia romántica, a juzgar por el resumen de la contraportada. Fue todo un hallazgo.

¿Cuál es tu opinión austenita de la novela?

Orgullo y Prejuicio es mi novela favorita de Jane Austen, como suele pasar a casi todo el mundo, pero creo que no es solo por la historia romántica, fuera de toda posible comparación, entre Lizzie y Darcy. Va más allá de eso. Me gusta porque es divertida, brillante y tiene chispa, mucha chispa. Por eso, la segunda novela de Jane Austen qué más me gusta –en contra de la opinión generalizada- es La Abadía de Northanger. En ambas hay un despliegue de tal sentido del humor que es imposible no quedarse encantado con ellas. Son mi antídoto contra un mal día.

¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Cuál el que más odias?

Mi personaje favorito de la novela es el Señor Bennet. No quisiera que fuera mi padre, pero como personaje nos deja unas frases que son para enmarcar. Puede llegar a ser un poco cruel con sus ironías, pero no se le puede negar que sabe hacer reír al lector, y por otra parte, me da la impresión que las críticas de lo absurdo que JaneAusten pone en su boca son las mismas que ella misma hubiera hecho, al menos en su interior.

El personaje que más odio. ¡Uf! Esta respuesta la tengo menos clara. Diría que un bando está la Señorita Bingley y en otro el Señor Collins. Pero si tengo que elegir, diría que es más odioso el personaje de la Señorita Bingley. Al fin y al cabo, al Señor Collins de lo peor que se le puede acusar es de ser muy ridículo y servil, y eso casi inspira lástima, puesto que él mismo no se da cuenta. A la Señorita Bingley se le puede acusar de muchas más cosas: de ser soberbia, egoísta y sobre todo muy manipuladora, y teniendo en cuenta que manipula a su propio hermano…, su personaje es mucho más imperdonable que el de Collins. Ni si quiera si hubiera estado enamorada de verdad de Darcy se la podría justificar, más aún cuando sospechamos que estaba más enamorada de Pemberley que del caballero.

¿Hermana Bennet preferida después de Lizzy? ¿Por qué?

Jane, sin duda. Y no ya por ser tan buena, que de hecho parece demasiado buena para ser real, sino porque es leal. Es una buena amiga para su hermana. Mary está enfrascada en su mundo, Lidia es sumamente egoísta y a pesar de estar siempre codo con codo con Kitty no duda en dejarla de lado cuando le conviene (no hay que ver más que el capítulo en el que anuncia que se va a Brighton). Y Kitty, bueno, supongo que se parece demasiado a Lidia. No tengo hermanas, pero tengo amigas que casi lo son, así que admiro y envidio la relación de amistad que son capaces de mantener Elizabeth y Jane.

¿Tu opinión sobre Mr Darcy?

¿Es el hombre perfecto? Cualquiera lo diría viendo las legiones de fans que llevamos doscientos años suspirando por él. Pero seguramente no, seguramente no lo es. La mayoría de nosotras no nos enamoraríamos de un hombre que a primera vista es huraño, quisquilloso, criticón…, que es la imagen que ofrece Darcy en los primeros capítulos. Pero nos enamoramos de la forma en que él es capaz de querer a Elizabeth. Nos enamoramos de cómo él supera primero todos los grandes inconvenientes que había erigido entre los dos, y que creía insuperables, porque su amor por ella es aún mayor. Nos enamoramos de cómo él cambia por ella. Porque él escucha sus reproches cuando Elizabeth le rechaza y le acusa de no haberse comportado como un caballero. Por eso, al final de la novela, actúa como el verdadero caballero que es, protegiendo a Elizabeth y a su familia, pero en silencio, sin alardes, sin presunción. Y nos enamoramos de su constancia, de cómo sigue pensando en Elizabeth, aun cuando parece no haber esperanza para él. Nos enamoramos de la misma idea que todos queremos tener del amor, y nos enamoramos de la clase de sentimiento que también nosotras quisiéramos inspirar.

¿Escena favorita de la novela?

Supongo que tengo varias escenas favoritas. Pero si tengo que quedarme con una, me quedo con la primera proposición de matrimonio del Señor Darcy. Es una escena muy intensa, la más intensa del libro y donde más claramente quedan enfrentados los dos personajes protagonistas, con los defectos los definen. El gran orgullo del Señor Darcy frente a los no menos grandes prejuicios de Elizabeth. Y ambos defienden sus posturas con una habilidad dialéctica sin igual. Especialmente Elizabeth. Poniéndonos en su lugar, y olvidando por un momento la verdad que se esconde detrás de la historia, no podemos menos que ver subir el tono de su enfado y de su discurso sin llegar al “ (…) y aún no hacía ni un mes que le conocía a usted cuando ya era el último hombre del mundo con quien me hubiera decidido a casarme”, sin levantarnos del asiento, aplaudiendo y gritando: “¡Bravo!”.

¿Qué cambiarías de la trama o de algún personaje de Orgullo y Prejuicio?

No cambiaría nada de la trama ni de ningún personaje, me sentiría mal tan solo de pensarlo. Ya hay bastantes historias inspiradas en Orgullo y Prejuicio que han seguido todos los senderos y vericuetos posibles. Pero sí que hubiera agradecido muchísimo que en la segunda declaración, hubiéramos podido leer directamente lo que se dijeron, en forma de diálogo, como en la primera declaración. Jane Austen lo cuenta de forma descriptiva, y bastante escuetamente, solo nos dice que: “Elizabeth, comprendiendo que el joven estaba en vilo, se obligó a responder e, inmediatamente, aunque sin la fluidez deseable, le dio a entender que sus sentimientos habían experimentado un cambio tan sustancial desde la primavera pasada que no podía sino recibir con agradecimiento y gozo su declaración. La dicha que sintió el señor Darcy ante su respuesta fue de una intensidad que probablemente no había conocido hasta entonces; y se expresó con la vehemencia y el ardor de un hombre locamente enamorado”. ¿Quién no querría leer las indecisas palabras de Elizabeth – para contrastarlas con su primer locuaz rechazo- y las vehementes frases de amor de Darcy?

¿Cuál es tu adaptación favorita de la novela?

La protagonizada por Elizabeth Ehle y Colin Firth. No creo que haya nunca un Darcy mejor que el Señor Firth, y no por la famosa escena de la camisa mojada (que también), sino por cómo mira a Elizabeth en muchos instantes a lo largo de la serie, especialmente cuando ella está tocando el piano en Pemberley y él la mira desde el sillón. Además, Elizabeth Ehle me parece la Lizzy más conseguida. Aún así, por ejemplo, me gusta bastante el final de la película protagonizada por Keira Knightley y Matthew Macfayden. Como he comentado más arriba, el final de la novela siempre me ha sabido a poco así que ese añadido de: «(…) ha embrujado usted mi cuerpo y mi alma, y la amo, la amo, la amo«, bueno, a mí me deja la respiración en suspenso.

¿Cuáles son los motivos por los que crees que Orgullo y prejuicio mantiene su éxito 200 años después de su publicación?

Creo que hay muchos motivos por los cuales los lectores seguimos disfrutando con esta novela. Está por supuesto el lado romántico, la gran historia de amor. El amor es un tema que no pasa de moda, y Elizabeth y Darcy protagonizan uno de los romances más grandes de la Historia de la Literatura. Sin necesidad de recurrir a grandes tragedias, duelos, batallas, muertes, secuestros o guerras, los dos protagonistas superan sus propias dificultades, para encontrarse finalmente el uno al otro, después de evolucionar y dejar atrás sus defectos de carácter. Esa falta de «dramatismo», hace la obra más creíble y más cercana. Por otra parte, Elizabeth, como heroína, me parece muy moderna.  Es una mujer decidida, con sus propias ideas y que no tiene miedo de expresarlas, ni de seguir su propio juicio. Es una protagonista con la que incluso hoy en día podemos identificarnos. Si a eso le añadimos que el humor de Jane Austen es perfectamente comprensible para el público actual, entendemos que la novela siga teniendo la misma chispa que hace doscientos años, y a mi entender mucho más encanto. Los modales, las costumbres, la cortesía y los rituales del mundo que nos abre Jane Austen es algo que nos hace soñar, y hoy en día eso es muy bienvenido.

 ¿Cuál es tu frase favorita del libro?

«Es una verdad universalmente aceptada, que todo soltero en posesión de una gran fortuna debe desear una esposa«. Es un gran comienzo porque resume la trama, y engancha al espectador con un gran alarde de ironía y de sentido del humor. Sabemos desde el principio, en qué tono se nos va a contar la historia. Y porque, sencillamente, Orgullo y Prejuicio no sería lo mismo sin ella.